Muchas personas sufren dolores emocionales debido al posicionamiento de sus dientes. Ya que una sonrisa armoniosa puede embellecer nuestro rostro y transmitir a otros emociones positivas.
Además, la sonrisa va más allá de solo el aspecto físico, sino que también está muy relacionada con la salud bucodental, porque el apiñamiento de los dientes puede ocasionar dolor físico u otras enfermedades. Pensando en esto, en este artículo encontrarás la información necesaria acerca de la maloclusión dental o apiñamiento.
¿Qué es?
La maloclusión dental es una de las anomalías bucales más comunes entre niños, jóvenes y adultos. Esta se define como como una alteración en el crecimiento óseo de la mandíbula o maxilar, lo cual ocasiona un problema en el mecanismo de cierre y mordida de la boca. Además, también puede provocar otras consecuencias, como:
- Problemas estéticos: esta es la consecuencia más notoria en aquellas personas con maloclusión dental, ya que al presentar un mal alineamiento y posicionamiento de los dientes, la estética no será armoniosa, lo que puede ocasionar problemas psicológicos o emocionales en quienes padecen este problema.
- Funcionalidad de la boca: esta alteración en el crecimiento afecta el posicionamiento de los dientes, por lo que las piezas dentales no podrán encajar entre sí y se verán amontonados. Por tanto, al estar unos encima de otros, algunos dientes recibirán más carga, lo que ocasionará problemas de oclusión y dolor.
- Afecta la salud bucodental: este mal alineamiento puede desencadenar otros daños dentales y orales. Pues, al estar amontonados, limpiarlos de la manera correcta puede ser muy complicado. Por lo que pueden presentarse la aparición de caries, desgastes o enfermedades periodontales como la gingivitis o periodontitis.
Causas
El mal posicionamiento de los dientes es producido por la falta de espacio en la boca, lo que impide que puedan alinearse de la manera correcta. Dicho problema puede presentarse por diversos factores, tales como:
- Problemas genéticos: en nuestro desarrollo bucodental, la alimentación y la genética juegan un papel muy importante. Por lo tanto, los hijos de personas con apiñamiento dental tienen más probabilidades de padecer dicho problema.
- Ciertos hábitos: algunos hábitos abusivos como chuparse el dedo, respirar por la boca, utilizar el chupete o el uso prolongado de biberones pueden favorecer la aparición de deformaciones dentales.
- Pérdida temprana de los dientes primarios: aquellos niños que pierden los dientes de leche a temprana edad tienen mayor predisposición de desarrollar este problema, ya que los dientes permanentes en ocasiones no se desarrollan de la manera correcta.
- Muelas de juicio: las cordales suelen aparecer entre los 17-25 años, cuando los dientes ya cuentan con su posición definitiva. Sin embargo, cuando la boca no tiene el espacio suficiente para que se desarrollen estas, provocarán el desplazamiento de otras piezas dentales.
- No usar retenedores: las personas que usaron ortodoncia, pero no se realizaron tratamientos de mantenimiento (como los retenedores) o los utilizaron de la manera incorrecta, puede que vuelvan a tener sus dientes en su posición natural, es decir, la que tenían antes de realizarse el tratamiento.
Síntomas
El apiñamiento o maloclusión dental presenta una gran serie de síntomas que pueden observarse durante la etapa infantil, de la adolescencia o en la adultez, por lo que debes prestarle suma atención a tu sonrisa. Algunos de estos síntomas son:
- Dolor en los dientes.
- Distancia anormal entre los incisivos superiores e inferiores.
- Los dientes superiores cubren más de un tercio que los inferiores.
- Los dos incisivos se tocan borde a borde al cerrar la boca
- El punto de intersección entre ambos arcos es de 0 mm.
- El arco superior se encuentra dentro de los dientes inferiores.
- Mandíbula muy estrecha.
- El arco superior está fuera del arco inferior.
- Línea de mordida incorrecta.
- El arco inferior está completamente fuera del arco superior.
- Paladar ojival.
- Dientes con un tamaño superior al de la amplitud del hueso.
- Falta de espacio para la erupción de las cordales.
Prevención
Aunque el factor genético juega un papel muy importante en el desarrollo bucodental, existen algunas maneras de prevenir que se generen problemas en la oclusión, los cuales son:
- Erradicar los hábitos de succión preferiblemente antes de los dos años de edad.
- Cuando los niños ya pueden masticar alimentos sólidos, es de vital importancia que tengan una dieta sólida, para que los dientes puedan desarrollarse de la manera adecuada.
- Tener una buena rutina de higiene.
- No apretar ni rechinar los dientes.
Tipos
Los tipos de apiñamiento o maloclusión dental se calculan mediante las diferencias existentes entre las anchuras de los dientes de una arcada menos el perímetro de hueso que se encuentre disponible en dicho arco o por sus causas. Dentro de esta clasificación podemos encontrar los siguientes:
- Leve: en este tipo de apiñamiento la falta de espacio por arcada es de 3 mm o menos.
- Moderado: en el segundo grado la diferencia entre el hueso y la arcada es de 5 mm o menos.
- Severo: la falta de espacio por arcada puede llegar hasta los 6 mm, por lo que es la más grave.
- Apiñamiento primario: es ocasionado por factores genéticos o causas propias de la persona.
- Apiñamiento secundario: este tipo de apiñamiento se genera por la pérdida temprana de los dientes de leche o la práctica de malos hábitos.
- Apiñamiento terciario: también conocido como apiñamiento tardío, ya que suele producirse al final de la adolescencia, es decir, cuando salen las cordales.
- Apiñamiento inferior: tal y como lo dice su nombre, este tipo de apiñamiento solo se presenta en la arcada inferior.
- Maloclusiones transversales: consiste en una excesiva estrechez del maxilar superior, lo que puede causar una mordida cruzada en uno o ambos lados.
- Maloclusiones sagitales: se define según la relación de los molares permanentes. En este caso el molar inferior siempre se encontrará más adelantado que el superior, por lo que se verá un mentón prominente.
- Maloclusiones verticales: este tipo de maloclusión se identifica por la falta de contacto entre los dientes superiores e inferiores.
- Mordida abierta: en este caso los dientes inferiores están borde a borde con los inferiores, por lo que la persona no podrá cerrar los dientes.
Diagnóstico
Para poder realizar el diagnóstico de una maloclusión dental es necesario acudir al odontólogo, para que el especialista pueda realizar una exploración oral, modelos de estudios de tus dientes y un estudio radiográfico.
Por lo tanto, si presentas algunos de los síntomas previamente mencionados, es de vital importancia que no dudes en consultar a un ortodoncista, para que pueda llevar a cabo el tratamiento adecuado para ti.
Tratamiento
Para darle solución a este problema solo existe un tratamiento efectivo y es la ortodoncia. Esta te permitirá corregir la deformación y mala alineación de los dientes, sin embargo, el tipo de ortodoncia dependerá del caso de severidad de cada persona. Algunos de las técnicas que pueden utilizar son las siguientes:
- Expansor.
- Técnica de desgaste dentario.
- Extracción dentaria.
- Brackets de zafiro.
- Ortodoncia lingual.
- Brackets invisibles.
- Brackets metálicos.