El bienestar físico como la buena salud son aspectos muy importantes en la vida de cada persona. A fin de sentirse saludables muchos acuden al médico regularmente para hacerse chequeos y evitar enfermedades graves. En ese sentido, la buena salud bucal tiene igual importancia.
Asistir a una consulta odontológica para una limpieza y revisión de otras áreas dentro de la misma, es necesario para evitar enfermedades relacionadas con toda el área bucal. Por ello, en este artículo hablaremos sobre la gingivitis, causas, cómo prevenirla y otros aspectos relevantes a este tema.
¿Qué es?
Se trata de una infección en las encías que provoca irritación en toda el área dental. La gingivitis es el principio de la periodontitis, es decir, una situación aún más severa que la anterior si no es tratada con prontitud.
Causas
Una deficiencia de higiene bucal es la principal causa de la gingivitis. Cuando no se hace una constante limpieza en los dientes, los restos de comida que se ingiere todos los días se adhieren a los dientes, provocando la formación de placa. En estas formaciones se alojan bacterias y microorganismos dañinos para la buena salud dental, provocando a su vez una infección en las encías.
La situación es aún peor cuando por la falta de limpieza bucal se va formando sarro, la cual es una consistencia más dura que no permite que la placa sea eliminada. A su vez, por ser una barrera, esta protege las bacterias acumuladas causando una molesta irritación en las encías. Por tanto, acudir con frecuencia al odontólogo es la solución para quitar todo el sarro que se va acumulando.
Mientras la placa y el sarro se tengan por mucho tiempo entre los dientes, la irritación se puede agravar aún más, lo cual provocará inflamación. Si no se atiende rápidamente, en poco tiempo podría haber hinchazón y sangramiento. Aunado a eso, es probable que aparezcan las caries dentales. Al final, la situación se agravaría tanto que se podría producir la periodontitis, con esta enfermedad existe el riesgo de llegar a perder los dientes.
Síntomas
Las encías sanas se reconocen por tener un color rosado pálido y se encuentran bien sujetas alrededor de los dientes. Pero, entre los síntomas de la gingivitis se mencionan: inflamación o hinchazón en toda la línea que recorre las encías, se observa enrojecimiento, sangrado fácil al cepillarse o al usar hilo dental.
Otro de los síntomas muy comunes de la gingivitis es olor putrefacto o mal aliento, sensibilidad y recesión gingival, es decir, cuando el volumen de las encías comienza a disminuir dejando a la vista gran parte de la raíz dental.
Si presentas algunos de los síntomas mencionados acude rápidamente a un dentista profesional. Mientras actúes con mayor prontitud será más fácil revertir el daño que causa la gingivitis y, por tanto, evitar a toda costa la periodontitis.
Prevención
La prevención siempre será lo mejor a fin de evitar situaciones que a largo tiempo puedan perjudicar seriamente la buena salud bucal. Por eso, en el caso de la gingivitis es posible prevenirla tomando en cuenta las sugerencias que indique el dentista.
Las mejores recomendaciones son: tener una buena higiene bucal con un cepillado frecuente de los dientes. En este sentido, algunas personas cepillan sus dientes dos veces al día, mientras que otros prefieren hacerlo después de cada comida. También, usar hilo dental para extraer las sobras de comida que se queden entre los dientes.
Visita periódicamente a un especialista dental para una limpieza bucal u otros exámenes que el mismo médico determine tras la evaluación dental. Se recomienda que sea cada 6 meses o una vez al año. Pero, si se requiere hacerlo antes de ese periodo de tiempo, no dudes en ir.
Por otro lado, si sufres de diabetes esfuérzate por cuidar tu alimentación, vigilando que sea saludable. En especial, lleva un buen control del azúcar en la sangre a fin de ayudar a mantener sanas las encías.
Tipos
La gingivitis puede clasificarse en varios tipos, veamos algunos de ellos:
· Gingivitis aguda: presenta una inflamación e hinchazón no grave en las encías. Aunque su duración es breve suele ser muy dolorosa.
· Gingivitis descamativa: es aquella en la que se observa un color rojo aún más intenso que el habitual. Produce una ardiente quemazón, sensibilidad y sangrado excesivo.
· Gingivitis ulcerosa: es la que provoca llagas dolorosas en los dientes, encías y otras áreas en el interior de la boca. También, provoca el mal aliento. Aparte de eso, otros de los malestares que suelen presentarse es la fiebre y constante cansancio.
· Gingivitis hemorrágica: es la que provoca el exceso de sangrado en las encías.
Diagnóstico
Para diagnosticar la gingivitis se debe acudir a un dentista profesional. Lo primero que este hace es una revisión de antecedentes médicos y dentales que pudieron haber provocado los síntomas. Luego, hará una examen de toda el área bucal para buscar señales de placa e inflamación.
Además, para ver la profundidad de la encía y los dientes, el especialista utiliza un instrumento llamado sonda dental que le permitirá realizar dicha observación. Las radiografías dentales y otros exámenes son los indicados para hacer el diagnóstico de la gingivitis.
Tratamiento
Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad, el segundo paso es indicar el tratamiento adecuado que revierta los efectos dañinos de la gingivitis hasta eliminarla por completo, a fin de evitar otras afecciones más graves.
Por ello, el tratamiento consiste en una limpieza profunda para eliminar las placas bacterianas y sarro acumulado. En el peor de los casos, cuando existe una mala alineación de los dientes que impide la limpieza y puede irritar aún más los dientes, el médico puede sugerir como tratamiento una restauración dental en caso de ser necesaria.Por otro lado, aunque después de haber realizado una limpieza profunda la gingivitis se puede curar, es importante continuar con una buena higiene bucal. Así que sigue las recomendaciones del dentista en cuanto al cuidado de tus dientes.