Dolor en la mandíbula, en los dientes y en la cabeza, son algunos de los malestares que presentan algunas personas al despertarse. ¿Alguna vez te ha pasado? A veces no le damos tanta importancia, en especial cuando no es frecuente. Pero, ¿sabías que esto puede estar relacionado con algún tipo de trastorno?
Así es, por tal motivo, en este post hablamos sobre el bruxismo. Aunque no es un padecimiento grave, si podría traer algunas consecuencias para tu salud bucodental. Conocer qué es, sus causas y síntomas puede ser clave para evitar problemas mayores asociados con toda el área dental.
¿Qué es?
El bruxismo es un trastorno que consiste en el rechinamiento de los dientes, o apretarlos inconscientemente al dormir. Puede pasar desapercibido cuando este se convierte en un hábito, pero resulta molesto para quienes están alrededor de la persona que tiene esta costumbre.
Existe el bruxismo de noche y de día. Cuando se realiza de noche, los especialistas mencionan que está relacionado con el sueño, siendo más difícil de controlar y evitar.
Cuando la manía de apretar los dientes es leve, no se requiere de algún tratamiento. No obstante, para las personas que padecen de bruxismo constante y con intensidad, suele ser desagradable por los síntomas frecuentes que se presentan. De allí la importancia de darle especial atención a fin de encontrar el tratamiento que mejore o elimine dicho problema.
Causas
Aún no se sabe a ciencia cierta las causas del bruxismo, sin embargo, este trastorno puede deberse a algunos factores psicológicos, genéticos y físicos. Los psicológicos son uno de los causantes más arraigados en la bruxomanía. Por ejemplo, la ansiedad, el estrés, rabia y frustración, son emociones que provocan el aumento de rechinamiento de dientes.
Cuando este hábito se realiza durante la noche, puede estar relacionado con la acción de masticar durante el sueño. Por otro lado, ser de personalidad competitiva e imponente puede hacer que la persona pase por momentos intensos de rabia y frustración trayendo consigo el aumento de bruxismo.
Tomar medicamentos antidepresivos y consumir sustancias adictivas como el alcohol, la cafeína y drogas son factores que elevan el riesgo de padecer bruxismo. Tener antecedentes familiares con esta afección, así como padecer de trastornos mentales y de reflujo gastroesofágico se encuentran relacionados con enfermedades del sueño.
Síntomas
A pesar de que apretar los dientes o la actividad de rozarlos entre sí no produce serias complicaciones, provoca síntomas desagradables para el que lo sufre. Algunos de ellos son: constantes e intensos dolores de cabeza, dolor en la mandíbula, en la cara y el cuello.
Las causas mencionadas anteriormente son un factor de riesgo para que el bruxismo se convierta en un hábito, en especial cuando se utiliza como forma para afrontar situaciones profundas asociadas con la ansiedad, preocupación o estrés.
Así que, debido a la frecuente actividad de masticar sin tener comida en la boca, los dientes se desgastan o dañan. Pero, no solo eso, sino que también sufre el área mandibular y el aparato auditivo se ve afectado al escuchar constantemente un pitido.
Prevención
Como el bruxismo se hace de forma involuntaria e inconsciente, lo más probable es que la persona no se dé cuenta del comienzo de este hábito. Sin embargo, existen algunas cosas que podemos hacer a fin de prevenirlo.
Teniendo en cuenta que el rechinar los dientes se relaciona en gran manera con problemas psicológicos, lo mejor que se puede hacer es reducir los niveles de estrés.
Y, una manera de hacerlo es escuchar música relajante, hacer ejercicios, salir a caminar o cualquier otra actividad personal que te relaje. También es aconsejable evitar consumir de noche café o bebidas que contengan cafeína, mantener buenos hábitos de sueño, no acostarse tan tarde y evitar ver la televisión o el teléfono antes de dormir.
Por último, visitar a un dentista para una revisión dental que permita determinar algunas señales de bruxismo. Tener en cuenta todos los aspectos mencionados, puede ayudar de manera significativa a reducir el riesgo de sufrir dicho trastorno.
Tipos
Existen algunos tipos de bruxismo, por su forma, por el momento y según el grado de avance. Veamos los más importantes:
Bruxismo céntrico: se le llama de esta manera porque no tiene que ver con el frotamiento, más bien, se caracteriza por la aparición de cumbres invertidas y desgaste dental. Esta característica en vez de sobresalir en la zona del diente aparece en el centro de la cúspide con un hundimiento.
Bruxismo excéntrico: aparece un severo desgaste en toda la zona del diente que realiza la masticación, es decir, esta área queda totalmente plana. Estos se pueden considerar casos crónicos de bruxismo donde existe un grave daño dental.
Diagnóstico
La mejor manera de diagnosticar el bruxismo es asistiendo a una consulta con el odontólogo. Este hará respectivos exámenes dentales que le ayudarán a determinar algunos signos de este hábito y en caso de padecerlo en qué grado se encuentra. En la misma revisión el médico puede determinar el padecimiento por los síntomas que el paciente le indique.
Tratamiento
Posterior a ello, el odontólogo indicará el mejor tratamiento que amerite. En algunos casos, el bruxismo no es grave. Por ejemplo, cuando empieza en niños y adolescentes suele quitarse solo y dura muy poco tiempo, por lo que es probable que no necesite ningún tratamiento.
No obstante, en casos severos donde se muestren síntomas constantes y algunas señales de daños en los dientes y en otras áreas del mismo, el propósito del tratamiento será disminuir el dolor y prevenir daños mayores. Colocar una férula de material resistente para proteger los dientes del rechinamiento y eliminar el bruxismo es parte del tratamiento.
Por otro lado, si el médico observa que las causas en gran parte se producen por factores psicológicos, lo más consciente es que recomiende visitar un psicólogo, de modo que pueda atender las causas y aliviar la tensión del paciente que lo lleva al rechinamiento de los dientes como forma de escape.